Escoliosis y porteo

Portear es una experiencia maravillosa. Para mí resulta básico en la
crianza de mi pequeña. Con casi 6 meses hemos sacado el carro de casa 2 o 3
veces. No me apaño nada bien con él. Me encanta la sensación de llevarla
encima y que forme parte de nuestra rutina. Ir por la calle e ir dándole
besitos o hablando con ella. Poder dormirla en casa pegadita a mí.
Al principio tuve miedo y por eso compré el carro. Si fuera hoy no lo
compraría. Cedí porque tengo una escoliosis de doble curva operada, de las
vértebras T4 a L4 fijadas, y fuertes dolores crónicos. Todo el mundo piensa
que portear es una locura y que me destroza la espalda. Y nada más lejos de
la realidad.
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Portear me permite no cargar la espalda como cuando llevas en brazos un
bebé. Me permite tener cerca a mi peque sin andar agachándome a atenderla
en el carro. Ni tener que desmontarlo y cargarlo en el maletero (con lo que
pesa! Y lo abajo que queda mi beba!) 
11288401_10206757617559621_436548044_oMi chico se dejaba las lumbares y dorsales tratando de dormirla en brazos.
Y yo, tan pancha con mi fular, mi Mei Tai o mi Boba! Así que ahora siempre
rondan por la casa, él también ha liberado su espalda con el porteo.
Así que si teméis cargar vuestras espaldas… probad a portear. Con un buen
portabebés ergonómico. Y no dejéis que quien no lo ha probado os cuestione
lo beneficioso que es 
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Experiencia de la mamá Noelia
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