Portear es una experiencia maravillosa. Para mí resulta básico en la crianza de mi pequeña. Con casi 6 meses hemos sacado el carro de casa 2 o 3 veces. No me apaño nada bien con él. Me encanta la sensación de llevarla encima y que forme parte de nuestra rutina. Ir por la calle e ir dándole besitos o hablando con ella. Poder dormirla en casa pegadita a mí. Al principio tuve miedo y por eso compré el carro. Si fuera hoy no lo compraría. Cedí porque tengo una escoliosis de doble curva operada, de las vértebras T4 a L4 fijadas, y fuertes dolores crónicos. Todo el mundo piensa que portear es una locura y que me destroza la espalda. Y nada más lejos de la realidad. Portear me permite no cargar la espalda como cuando llevas en brazos un bebé. Me permite tener cerca a mi peque sin andar agachándome a atenderla en el carro. Ni tener que desmontarlo y cargarlo en el maletero (con lo que pesa! Y lo abajo que queda mi beba!) Mi chico se dejaba las lumbares y dorsales tratando de dormirla en brazos. Y yo, tan pancha con mi fular, mi Mei Tai o mi Boba! Así que ahora siempre rondan por la casa, él también ha liberado su espalda con el porteo. Así que si teméis cargar vuestras espaldas… probad a portear. Con un buen portabebés ergonómico. Y no dejéis que quien no lo ha probado os cuestione lo beneficioso que es Experiencia de la mamá Noelia blog http://alathariel.blogspot.com.es/
Escoliosis y porteo
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