Portear es una experiencia maravillosa. Para mí resulta básico en la crianza de mi pequeña. Con casi 6 meses hemos sacado el carro de casa 2 o 3 veces. No me apaño nada bien con él. Me encanta la sensación de llevarla encima y que forme parte de nuestra rutina. Ir por la calle e ir dándole besitos o hablando con ella. Poder dormirla en casa pegadita a mí. Al principio tuve miedo y por eso compré el carro. Si fuera hoy no lo compraría. Cedí porque tengo una escoliosis de doble curva operada, de las vértebras T4 a L4 fijadas, y fuertes dolores crónicos. Todo el mundo piensa que portear es una locura y que me destroza la espalda. Y nada más lejos de la realidad. Portear me permite no cargar la espalda como cuando llevas en brazos un bebé. Me permite tener cerca a mi peque sin andar agachándome a atenderla en el carro. Ni tener que desmontarlo y cargarlo en el maletero (con lo que pesa! Y lo abajo que queda mi beba!) Mi chico se dejaba las lumbares y dorsales tratando de dormirla en brazos. Y yo, tan pancha con mi fular, mi Mei Tai o mi Boba! Así que ahora siempre rondan por la casa, él también ha liberado su espalda con el porteo. Así que si teméis cargar vuestras espaldas… probad a portear. Con un buen portabebés ergonómico. Y no dejéis que quien no lo ha probado os cuestione lo beneficioso que es Experiencia de la mamá Noelia blog http://alathariel.blogspot.com.es/
Hola! me encantó el artículo porque también tengo una cirugia de escoliosis y he porteado por dos años a mi hijo y aún porteamos en ocasiones. me encantaría contactarme con Noelia, cómo puedo hacerlo, gracias!
Hola Fernanda, al final de la entrada tienes el enlace de su blog por si quieres contactar por allí.
Nos alegramos que podáis disfrutar del porteo 🙂
Hola, sí quieres puedes escribirme a noeliag82@gmail.com