Decidí volver a portear a mi pequeño y me sentí la mujer más feliz del mundo

El cáncer me esta regalando los peores y los mejores momentos de mi vida.

Un día, estaba estirada en la cama y sin querer puse la mano sobre mi pecho y noté un bultito, no le di importancia, no me dolía, aún le estaba dando el pecho a mi hijo… será eso, leche.. Un año más tarde se repitió la misma situación, pero aquel bultito era considerablemente más grande. Me lo fui a mirar, estaban a punto de pasar las peores tres semanas de mi vida.

Empezaron las pruebas y biopsias y sin darme resultados me llamaban para hacerme más pruebas. Yo preguntaba, ¿me estoy muriendo? Y la respuesta siempre era: hasta que no tengamos todos los resultados no te podemos decir…

No hacía más que pensar en mi marido y mis hijos. Cuando tuvimos el tercero sabía que iba a ser el último y me había propuesto disfrutar al máximo de la etapa bebé, de la lactancia y del porteo hasta que nosotros decidiéramos decir basta sin importar lo que opine la gente. Y de un día para otro todo se esfuma.

Me sentí culpable por estar muriéndome por no haber ido antes a mirármelo. Hasta que por fin buenas noticias, tranquilos, la cosa podría estar mejor, pero también podría estar peor, ¡ese día volví a nacer!

Ese día Joel y yo comimos juntos y entre lágrimas nos dijimos tantas cosas que empecé a pensar que valía la pena el sufrimiento de las últimas semanas. Aún recuerdo la conversación y me emociono. Fue entonces cuando decidimos no perder nunca más el tiempo, en cuanto los efectos de la quimio me lo permiten, cogemos niños, furgo y ¡a vivir aventuras!

Tras operarme, me dijeron que no cogiera peso, sobre todo con el brazo donde habían quitado ganglios, pero no coger peso y tener tres hijos no es compatible, sobre todo si el pequeño no tiene ni 2 añitos. Por eso el día que, saltándome un poco las recomendaciones, en una de nuestras excursiones, decidí volver a portear a mi pequeño y me sentí la mujer más feliz del mundo.

Agradezco a la vida la oportunidad de pasar por esta experiencia que nos está haciendo más fuertes o mejor dicho nos ha hecho ver que somos más fuertes de lo que podíamos imaginar y nos hace ¡disfrutar al máximo del tiempo en familia!

Ingrid

Porteo y montaña

Con el inicio de la primavera apetece más salir de excursión y disfrutar de la naturaleza. La observación del medio natural es esencial para el desarrollo de nuestr@s hj@s. La naturaleza ofrece una gran variedad de estímulos que aumenta la capacidad cognitiva ya que estimula el sistema nervioso y neuronal con la simple observación de todo lo que les rodea, desde los árboles a escuchar los maravillosos cantos de las diferentes especies de pájaros que encontramos en nuestros bosques, el agua del río o el ruido de las hojas que pisamos al andar.

Hoy te ofrecemos unos consejos para disfrutar al máximo de las salidas a la naturaleza en familia.

Lo más importante es llevar un portabebés que se adapte perfectamente al niñ@ y al porteador. El portabebés que recomendamos para ir de excursión es la mochila ergonómica, de la que hay una amplia variedad de marcas y diseños  que se adaptan perfectamente a todas las edades y circunstancias. La mochila es rápida de poner y resulta muy cómoda para realizar largas caminatas.

Con altas temperaturas vestiremos a nuestr@ hij@ con ropa de algodón, protegemos su cabeza y les ponemos crema solar en todas las partes visibles del cuerpo, también en piernas, nuca y orejas pues, por experiencia, un niño se puede quemar las piernas subiendo una cima aunque pasemos gran parte de la subida entre zonas boscosas sombrías. También es importante evitar el contacto con la piel del portador con un pequeño paño de algodón o con su propia camiseta.

Con bajas temperaturas hay que evitar un exceso de ropa de abrigo en el bebé antes de colocarlo en el portabebés, ya que por un lado podría estar demasiado abrigado y pasar calor y por otro, podría verse limitada su correcta colocación y sus movimientos. Siempre tenemos que tener en cuenta que al portear hacemos de termorregulador natural para nuestro peque. Por ese motivo no aconsejamos el uso de petos enteros o monos. En muchas ocasiones estas prendas no transpiran lo suficiente, con lo que mantienen calor y humedad dentro del “mono” y aumentan la temperatura en exceso en su interior, además de dificultar la movilidad y no permitir un buen ajuste del portabebés. Sin un buen ajuste del portabebés, el centro de gravedad queda desplazado, la posición del porteador no es la correcta y puede que no vayamos cómodos. Durante la época de frío podemos vestir a nuestr@ pequeñ@ con ropa de algodón cómoda, unos pantalones y un jersey o sudadera. Después, una vez puesto en el portabebés, nos abrigaremos los dos, ya sea con una chaqueta de porteo, chaleco o una chaqueta amplia. Para proteger las piernas del frío y/o viento podemos usar calentadores de algodón o de lana. Siempre abrigaremos la cabeza con un gorro ya que termoregulamos a través de la cabeza y, si la protegemos del frío, ayudamos al cuerpo de nuestro hijo a mantener de una forma natural una temperatura constante. Recordamos que si vas a la nieve o a cotas altas de montaña es necesario el uso de gafas de sol para los peques así como crema solar.

Durante todo el año tenemos que ofrecer líquidos a los pequeños, ya sea el pecho, biberón o agua con cantimplora. Observar el mundo es muy agotador y aunque no anden el desgaste mental es muy alto. Es necesario hacer alguna parada técnica para ofrecer algún tentempié a los pequeños excursionistas, como fruta, galletas o frutos secos. Esto es importante para evitar la posible “rabieta montañil”, que suele pasar habitualmente pero que se resuelve con comida y paciencia. ¡Mucha paciencia!

Antes de salir de casa es necesario hacer una buena planificación y tener la ruta clara. Para eso os recomendamos la aplicación para el móvil Wikiloc, donde puedes encontrar muchas rutas muy bien clasificadas por tipología, dificultad, tiempo y desnivel, y si se trata de rutas circulares o de un solo tramo. Los más mayores de casa pueden ayudar a planificar y a seguir la ruta con el mapa de la aplicación. Hay otras herramientas parecidas que puedes encontrar para todos tipos de teléfonos. En este caso, la información de rutas y la aplicación son gratuitas pero deberemos pagar una suscripción si queremos poder seguir nuestra ruta con navegación de GPS. Tenemos que ser realistas y pensar que vamos con niños y que puede que no lleguemos a hacer aquello que teníamos planeado. ¡Lo importante es disfrutar del camino!

En la mochila también llevaremos ropa de recambio, pañales en caso que sean necesarios, y el móvil bien cargado.

En excursiones con niñ@s hasta los 5 años recomendamos llevar una mochila toddler, así en caso de cansancio podremos seguir y evitar la sensación de frustración o culpa de nuestros peques. Llevarla les da seguridad al saber que si no pueden seguir podrán subir a la mochila y descansar un rato para emprender de nuevo el camino. Eso los ayuda a estar tranquilos y sentirse seguros.

¡Que disfrutes mucho de las salidas a la naturaleza! Estaremos encantados de recibir tus fotos y que nos expliques tus aventuras.

Ellos también portean

El porteo de los papás

El porteo no tiene edad, no es de ellas o de ellos. El porteo es algo universal, una herramienta que nos permite desplegar recursos para enfrentarnos con éxito a la paternidad. Pero en Kangura sabemos que los papás pueden disfrutar menos del porteo ya sea por los horarios laborales o porque la baja de paternidad es más corta que la de maternidad.

El porteo te permite hacerte cargo de más un niño a la vez

Beneficios del porteo para ellos

El porteo cambia el sistema endocrino

Los padres que cuidan a sus hij@s recién nacidos se benefician de un aumento de la oxitocina y prolactina, las hormonas del amor, y una disminución de la testosterona. Esto facilita sus tareas de cuidado y pone en marcha los mecanismos del apego y el vínculo seguros. También mejora la salud y el funcionamiento del sistema nervioso.

El porteo propicia el desarrollo neuronal

El tener que implicarse en el cuidado del bebé supone un nuevo escenario con diferentes exigencias y el cerebro responde creando nuevas neuronas y por lo tanto mayor capacidad en el sistema nervioso.

El porteo aumenta las habilidades emocionales y sociales así como de razonamiento lógico

Cuando la madre no está presente o cuando es el hombre el cuidador principal es el cerebro del papá el que incrementa la actividad de la parte relacionada con las emociones y la responsable de la interacción social y relaciones lógicas, con lo cual se implican más en la crianza.

Un padre implicado beneficia a nuestros hijos de múltiples maneras.

En Kangura nos encanta ver cómo ellos se colocan el fular. Cada vez más a menudo son los papás los que vienen solos a informarse, a probar un portabebés, etc… Y no nos engañemos, el porteo es un vicio. Parémonos un momento a pensar… ¿Les dejamos portear? ¿O estamos tan encantadas de llevar a nuestro peque encima que en cuanto podemos nos quedamos ese momento para nosotras?

Portear nos proporciona algunos de los mejores tesoros: el apego, el cariño, y ese lazo invisible que nos une. Y sí, ellos también portean y mucho.

Portear nos permite crear un vínculo con nuestros hijos

Ellos no han estado embarazados, no han lactado y sus hormonas no son una montaña rusa. Aun así, os podemos asegurar que en el momento que se les duerme el bebé encima se les remueve todo. Muchas, muchísimas veces hemos visto cómo la emoción se asoma tímidamente en forma de lágrima y se desliza por una mejilla.

¡Viva los papás porteadores!
¿Y tú, le dejas portear?
#ellostambiénportean

Porteo prematuro: antes de lo habitual o necesario

«El porteo de prematuros nos cambió la vida«

Prematuro significa que ocurre o sucede antes del tiempo que se considera habitual o necesario. 

Prematuro es una palabra que asusta si estás embarazada.

Benito, fue prematuro.

Y así, después de intentarlo en la semana 30, decidió que 34 eran suficientes y que no quería esperar más para ver mundo.

Rápidamente entendí que no podía haber sido diferente, tenía que ser así. Un lunes de marzo y no un viernes de mayo como estaba previsto. 

Nada más nacer Benito me lo pusieron en el pecho, los dos desnudos, calentitos. Fueron tan solo 5 minutos, probablemente los más felices y fugaces de mi vida, era tan minúsculo que en seguida se lo llevaron para hacerle pruebas y meterlo en la incubadora.

Viví el desconsuelo de dejar a mi bebé de tres días y 1.820 kg. solo en el hospital y volver a casa con la barriga y las manos vacías. Por suerte ahí estaba Julen para sostenerme.

Solo dejábamos el hospital de 00:00 a 05:00 de la mañana para llegar a la toma de las 06:00. Creo que no nos recuerdo tan cansados.

Vivir el inicio del posparto y la subida de la leche en una silla de hospital sin poder estirarte a ratitos es muy duro: los puntos, las tetas apunto de estallar, el agotamiento, la falta de sueño… pero separarme de Benito era peor, os lo aseguro.

Mientras estuvo ingresado en el hospital hicimos piel con piel cada día todas las horas que pudimos. Es una sensación maravillosa.

Evidentemente en el hospital estuvo “de lujo”, calefacción 24 horas, pulsador de servicio de habitaciones y atendido por profesionales que ante todo pusieron el corazón y la comprensión en cada duda que tenía y en cada pregunta que les hacía, igual que en los cuidados de Beni.

Salimos de allí en tan solo 12 días. Tiempo suficiente para sacamos un máster de “primeros cuidados del bebé para padres primerizos”. No todo iba a ser malo. Aprendimos a coger al bebé, cambiar pañales, asearlo, curar el ombligo, que la primera caca se llama meconio y todo está bien y no es que nuestro bebé haya comido alquitrán…

Cuando por fin nos dieron el alta y llegamos TODOS a casa tuve la sensación de “sueño cumplido”.

Eso era lo que quería y esperaba que pasara desde el momento en el que me enteré que estaba embarazada.

Cuando por fin llegamos todos a casa comprendí que yo, llena de miedos, inseguridades, preguntas, culpa… no estaba preparada para algo así ni física ni psicológicamente pero pasó y fui yo la que se convirtió en madre prematura y no Benito, porque él llegó con toda la fuerza, todas las ganas y toda la vida.

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue comprarme un fular elástico. Benito necesitaba calor y mi pecho era el lugar perfecto. No sabía ni cómo se colocaba, ni si el bebé podría respirar ahí dentro pero me pareció una buena idea lo de ser mamá canguro.

Porteo prematuros

Fuimos a asesorarnos, preguntamos el qué y el cómo de todo. Al principio me pareció complicado y me daba algo de miedo, no os voy a engañar: que si la tensión del fular, los nudos, el bebé ahí colgado…

Recuerdo aquella tarde perfectamente.

Yo, delante del espejo, con más tela que bebé y Mar diciéndome: «lo estás haciendo genial, ya verás lo bien que os irá». Entonces no lo sabía pero ya os puedo decir que, desde aquella tarde, el porteo de prematuros nos cambió la vida. Además de dotarme de manos 🙂 Benito quería brazos todo el tiempo (y es normal!) y así podía descansarlos llevándolo encima. Todos ganamos.

Verano de porteo en Vilar Rural Sant Hilari Sacalm

En verano tuvimos la oportunidad de practicar el porteo en el Vilar Rural de Sant Hilari, donde realizamos una formación sobre portabebés a los empleados.

En todos los Vilars Rurals encontraréis una extensa programación de actividades para disfrutar de los peques y la naturaleza. Este verano pasado tuvimos la oportunidad de pasar un fin de semana en el Vilar Rural de Sant Hilari Sacalm para realizar una formación sobre portabebés a los empleados.

Dedicamos el sábado por la mañana a descubrir los secretos de la granja y a alimentar los animales, y terminamos con un delicioso baño en la piscina interior.

Porteo verano

Por la tarde realizamos la formación con Jordi, el encargado de organizar y llevar a los residentes del Vilar Rural a realizar maravillosas excursiones por la naturaleza. Se realizan excursiones tanto diurnas como nocturnas, así que no olvidéis poner la linterna en vuestra maleta.

El porteo en Vilar Rural Sant Hilari Sacalm se hace imprescindible. Podéis alquilar una Boba X, una Boba 4GS o una Beco Toddler sin ningún coste añadido durante vuestra estancia. De ese modo, acompañar a vuestros hijos más mayores mientras porteáis al pequeño será mucho más cómodo.

Las mochilas Toddler serán vuestras mejores aliadas para descubrir los bosques con los niños de 2 a 5 años.

También os informamos que disponen de comida sin gluten, así que si tenéis un peque celíaco podrá disfrutar de la estancia con tranquilidad. Solo tenéis que informarlo al realizar el check-in.

Os animamos a disfrutar de vuestra estancia conectando con la naturaleza y vuestros peques. Desde Kangura Portabebés y Vilars Rurals os ofrecemos un 10% adicional en vuestras reservas con el código KANGURA10.

¡Feliz porteo!

8 consejos para portear a la espalda

8 consejos para portear a la espalda

¿Vas a empezar a llevar el bebé a la espalda o ya lo estás haciendo? Hoy te ofrecemos algunos consejos que vale la pena tener en cuenta.

 

Elegir el portabebés adecuado

La mayoría de portabebés ergonómicos son aptos para el porteo a la espalda. Aún así, en diferentes etapas (según la edad del bebé) y según las circunstancias será más adecuado utilizar un portabebé ergonómico u otro. Por lo general, el fular tejido, la mochila ergonómica y el mei tai son los portabebés estrella para ir a la espalda. Aunque también se puede portear a la espalda con bandolera, kanga, fular semi-elástico o elástico y otros, requieren más experiencia para hacerlo con seguridad.

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Encontrar tu momento

El momento lo eliges tú. De hecho, es posible portear a la espalda desde el nacimiento, siempre que te sientas preparad@. Cada familia acaba encontrando su momento más tarde o más temprano. Según tu experiencia, tus necesidades, y tus circunstancias, cuando a ti y a tu bebé os apetezca ¡es el momento!
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Sentirse confiada

Si al principio te sientes insegur@ a la hora de colocarte el bebé a la espalda sitúate delante de la cama o el sofá para practicar con seguridad. Practica la forma de colocarte y bajar al bebé. Quizás te ayude sentarte en el sofá las primeras veces. También va bien practicar de pie con el soporte de otro adulto cerca que puede ser un apoyo si se necesitan unas manos en un determinado momento. Esto te dará confianza y la tranquilidad para empezar, luego… lo harás sól@ perfectamente!
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Tener experiencia en porteo

Aunque sean unas semanas o unos meses te aconsejamos adquirir primero cierta experiencia en porteo delante y/o a la cadera. A no ser que te inicies cuando tu hij@ sea bien grande, y aunque no es algo imprescindible, va a darte “tablas” para hacerlo con confianza y portear mejor.
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Inclinarse y reincorporarse

Es recomendable inclinarse ligeramente hacia adelante mientras pasamos al bebé a la espalda. De este modo le ofreceremos una superficie y un agarre más fácil. Seguidamente aconsejamos reincorporarse a la posición erguida. Cuando estás de pie el bebé se acerca a tu espalda, en cambio mientras estás inclinad@ el bebé suele estirar los brazos y alejarse. Encontrar el momento ideal para inclinarse y reincorporarse es la clave para la una colocación cómoda y segura.
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El bebé me tira del pelo

Es un clásico. Todas las madres que hemos porteado a la espalda hemos sufrido cuando nuestro querido bebé nos ha tirado con todas sus fuerzas  de un mechón de pelos mientras anudábamos el fular a la espalda. Un truco muy sencillo es mantener estas manitas ocupadas con un juguete que le guste o un collar de porteo para tocar y chupetear.
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Calcular los espacios

Aunque vayamos súper cómodos y podamos hacer muchas actividades con el bebé a la espalda, no nos podemos olvidar de su espacio y su actividad en todo momento. Por ejemplo cuando pasamos por una puerta o por el lado de un mueble, cuidado con sus piernas, ¡que a veces se mueven!!!! O cuando pasamos al lado de unas estanterías llenas de productos en una tienda ¡atención que esas manos cogen cosas!

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Las siestas

Cuando nos hemos acostumbrado a llevar a nuestro bebé delante sabemos perfectamente la sensación de “peso muerto” que aparece en el momento en que se duerme y el porteo por parte del bebé deja de ser activo. Cuando lo llevamos a la espalda también vamos a notar cuando se duerme, aun así hay quien prefiere llevar un pequeño espejo de mano para observarlo con tranquilidad. También podemos aprovechar el reflejo de cualquier escaparate de alguna tienda o incluso el retrovisor de alguna moto o coche que esté aparcado. ¡Aunque nosotras somos partidarias de sacar el móvil y hacernos un selfie! jiji La cuestión es que cuando el bebé se duerma le sujetemos correctamente la cabecita con la tela del fular o la capucha de la mochila o mei tai.
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¡Feliz porteo a la espalda!

Càncer de mama i porteig

Versión en Castellano

Càncer de mama i porteig

Com m’ha agradat revisar les fotos de l’ordinador, remenar grups del Facebook quasi oblidats com “Vaya tela”, o Flasmob Portabebès Barcelona 2012. Em van permetre conèixer un grup de noies que a més de fer-me molt de costat en la criança de la meva filla, em van ensenyar a descobrir el món dels portanadons.

He vist fotos del taller de dansa que va fer la Maria a Kangura. D’altres amb les meves amigues a les que jo he regalat un portanadons, amb la Boba de la meva veïna Liliana, fent pràctiques amb el Mei Tai, el Kanga, o el fulard teixit (que mai vaig dominar…) i moltes altres que m’han alegrat el dia!

Em dic Marta, tinc 39 anys, parella i una filla de 6 anys que es diu Elena.
El 16 de juliol de 2012 em van diagnosticar càncer de mama. Tot just quan feia just un mes i mig que la meva filla havia decidit deixar de mamar.

Us podeu imaginar l’impacte de la notícia, no podia parar de plorar i no entenia què estava passant…
Tumorectomia, 6 mesos de quimioteràpia, 35 sessions de radioteràpia, i tractament hormonal durant almenys 5 anys, que suposo que en seran 10.
Un dels sentiments més forts d’aquell moment va ser la por… No oblidaré aquella sensació de que tot es para. La vida s’atura i no saps qui ets en aquell moment ni tampoc si tornaràs a ser la mateixa d’abans. No saps si podràs seguir fent les mateixes coses, pensant-les o sentint-les com havies fet fins ara…
La veritat es que hi havia dies que em quedava molt atrapada en aquests dos sentiments tot i que el tractament anava bé i el pronòstic era favorable des de l’inici.

Des de la distància veig que jo era la mateixa. Potser més intensa en tots els sentits però la mateixa Marta de sempre.

Ara escrivint me n’adono que aquests mesos a més de fer el tractament vaig continuar fent quasi les mateixes coses que feia abans (menys treballar) i una d’aquestes va ser portejar a la meva filla.

Vaig descobrir la bandolera d’anelles quan l’Elena tenia 4 mesos i sempre ha estat el meu portanadons preferit.

Vaig tenir la sort que l’operació va consistir en una tumorectomia. Em van extirpar el tumor i una mica de teixit del voltant, que tot i que va costar de cicatritzar, no em va donar massa problemes. Això em va permetre tornar a portejar a l’Elena dos mesos després. Just el dia que a Barcelona es feia la cursa de la Dona per celebrar el dia Contra el Càncer de mama.
Va ser un dia increïble! En un principi havia d’anar amb les companyes de Vaya Tela però les amigues del poble pocs dies abans em van dir que vindrien a Barcelona i m’acompanyarien tota la cursa.
Ja que estava en plena quimio, vaig preguntar a l’oncòleg si veia algun inconvenient en que fes la cursa caminant amb una motxilla de 10 quilos a l’esquena. De seguida em va respondre que no hi havia inconvenient en fer-ho si el pes anava ben repartit i si jo em sentia amb força. Ell va entendre que jo volia portejar a la meva filla tota la cursa, i jo vaig descobrir que ell també portejava a la seva.

I amb el mocador rosa al cap vaig fer-la sencera, caminant, amb l’Elena amb els ulls ben oberts. Haver pogut acabar-la amb la meva filla tant a prop va ser molt emocionant!
A partir d’aquell dia vaig continuar tenint-la a prop com feia abans .

Ara no estic malalta, tot i que encara hi ha dies que m’hi sento… No portejo a la meva filla, i segurament no tindré cap altre fill amb qui gaudir del porteig però els tinc guardats com un gran tresor del que no me’n puc desprendre.

Som moltes les mares joves que em hagut de passar per un càncer de mama, i també moltes les que ens curem, però és un procès llarg i complicat que et transforma.
Us animo a que sigueu rigoroses amb les revisions ginecològiques i que us feu exploracions mamàries sovint. El meu diagnòstic va ser precoç gràcies a l’exploració del meu ginecòleg, qui va detectar un nòdul benigne que finalment no va ser-ho.
Gaudiu dels vostres fills, de la salut i de la vida. Per a mi ser mare ha estat una experiència molt enriquidora. Encara que no puc dir que el càncer ho hagi estat, tampoc us negaré que he après moltes coses aquests anys que em faran la vida una mica més fàcil.

 

 

 

 


Versión en Castellano

Me ha encantado revisar las fotos en el ordenador y revisitar los grupos de Facebook casi olvidados como Vaya tela, o Flashmob Portabebes Barcelona 2012. Todo ello me permitió conocer a un grupo de chicas que, además de estar a mi lado con la crianza de mi hija, me enseñaron a descubrir el mundo del portabebés.

¡He visto fotos del taller de baile que hizo Maria en Kangura, otras con mis amigas a las que he regalado portabebés, con la Boba de mi vecina Liliana, haciendo prácticas con el MeiTai, el Kanga, o el fular tejido (que nunca llegué a dominar…) y muchas otras que me han alegrado el día!

Me llamo Marta, tengo 39 años, pareja, y una hija de 6 años que se llama Elena. El 16 de julio de 2012 me diagnosticaron cáncer de mama, cuando justo hacía un mes y medio que mi hija había decidido dejar de mamar.

Os podéis imaginar el impacto de la noticia, no podía dejar de llorar y no entendía qué estaba pasando…

Tumorectomía, 6 meses de quimioterapia, 35 sesiones de radioterapia, y tratamiento hormonal durante al menos 5 años, que presumiblemente serán 10.

Uno de los sentimientos más fuertes de ese momento fue el miedo…

Nunca olvidaré aquella sensación de que todo se para, la vida se detiene. En ese momento no sabes quién eres y tampoco si volverás a ser la misma de antes. No sabes si podrás seguir haciendo las mismas cosas, pensándolas o sintiéndolas como lo habías hecho hasta entonces…

La verdad es que había días en los que me quedaba muy atrapada en estos dos sentimientos, aunque el tratamiento parecía ir bien y el pronóstico era favorable desde el principio.

Desde la distancia veo que yo era la misma. Quizás más intensa en todos los sentidos, pero la misma Marta de siempre.

Ahora, escribiendo, me doy cuenta de que esos meses, además de seguir el tratamiento, seguí haciendo casi las mismas cosas que hacía antes (menos trabajar) y una de esas cosas fue portear a mi hija.

Descubrí la bandolera de anillas cuando Elena tenía 4 meses y siempre ha sido mi portabebés preferido.

Tuve la suerte de que la operación consistió en una tumorectomía (me extirparon el tumor y un poco de tejido alrededor) que, aunque costó de cicatrizar, no me dio demasiados problemas. Eso me permitió volver a portear a Elena dos meses después. Fue justo el día que en Barcelona se hacía la “Cursa de la Dona”, para celebrar el día Contra el Cáncer de Mama.

¡Fue un día increíble! En un principio tenía que ir con las compañeras de Vaya Tela, pero las amigas del pueblo, pocos días antes, me dijeron que vendrían a Barcelona y me acompañarían durante toda la carrera.

Ya que estaba en plena quimio, pregunté al oncólogo si veía algún inconveniente en que participase en la carrera andando con una mochila de 10kg a la espalda. Enseguida me respondió que no veía inconveniente en hacerlo si el peso iba bien repartido y yo me sentía con fuerzas.

Él entendió que yo quería portear a mi hija durante toda la carrera, y yo descubrí que él también porteaba a la suya.

Y con el pañuelo rosa en la cabeza la hice enterita, andando, con Elena con los ojos bien abiertos. ¡Haber podido terminarla con mi hija tan cerca fue muy emocionante!

A partir de ese día continué teniéndola cerca como lo hacía antes.

Ahora no estoy enferma, aunque todavía hay días en los que me siento así… Ya no porteo a mi hija, y probablemente no tenga ningún otro hijo con quien disfrutar del porteo. De todos modos los tengo guardados como un gran tesoro del que no me puedo deshacer.

Somos muchas las madres jóvenes que hemos tenido que pasar por un cáncer de mama. También somos muchas las que nos curamos, pero es un proceso largo y complicado que te transforma.

Os animo a que seáis rigurosas con las revisiones ginecológicas y que os hagáis exploraciones mamarias periódicas. Mi diagnóstico fue precoz gracias a la exploración de mi ginecólogo, quien detectó un nódulo benigno que finalmente resultó no serlo.

Disfrutad de vuestros hijos, de la salud y de la vida. Para mi ser madre ha sido una experiencia muy enriquecedora. Aunque no puedo decir que el cáncer lo haya sido, no voy a negaros que he aprendido muchísimas cosas estos años que van a hacerme la vida un poquito más fácil.

Porteo en Otoño

Portear en otoño y disfrutar de la naturaleza

Portear durante el otoño y observar cómo cambian los colores de la vegetación que nos rodea es un placer. 

En otoño empieza ha hacer fresquito. Al inicio de esta maravillosa estación no sabes bien cuándo debes cambiar la cazadora por la chaqueta gruesa.

Con el porteo pasa exactamente lo mismo, y por eso el Momawo light será tu solución. Momawo light es ideal para estas primeras bajadas de temperatura. A diferencia de otros abrigos de porteo, el Momawo light es muy, muy ligero y cómodo. Te guardará del viento, del frío y la lluvia ya que es impermeable.

Solo con coger las botas de agua y un paraguas podréis disfrutar con vuestros hij@s de la maravillosa lluvia de otoño. Y si tenéis hijos mayores ellos podrán saltar en los charcos mientras vosotr@s l@s observáis traquilamente con vuestro hijo menor en el portabebés.
Su color gris clarito combina perfectamente con toda la ropa. Su aire chic pero sport nos encanta, ya que queda igual de bien para ir por el monte como para pasear por la ciudad.
¡Este otoño no te quedes sin y disfruta de la vida en familia portando!.

 

postaparto y porteo

Casa, porteo y postparto.

Cuando estamos embarazadas y vamos a las clases de preparación al parto principalmente nos explican cosas relacionadas con el parto. Algún consejo de los primeros días, como limpiar el cordón, signos de alarma, etc.…

Pero ¿qué pasa después, cuando llegas a casa con tu bebé? El otro día hablábamos con una clienta que nos decía que el postparto es el epílogo del libro que nunca lees. Y es cierto, el postparto está allí y nadie te explica como es.

Los primeros días, al estar en casa estamos acompañadas de nuestras parejas. Pero pronto nos quedamos solas en casa. Aquí está el problema por el que muchas familias os preocupáis. La solución es fácil: ¡el porteo! ¡A portear se ha dicho!! Muchas familias de las que venís a Kangura nos decís que necesitáis un portabebés ya que sino no podéis hacer nada en casa.
Es lo más normal del mundo que vuestr@ hij@ quiera estar con vosotr@s las 24 horas del día. Os necesita, poneros en su lugar y lo entenderéis.

La solución es el porteo. Portear dentro de casa os ayudará a tener un postparto mucho más plácido.
El porteo dentro del hogar es muy satisfactorio. Hay mujeres que solo porteando ya notan como se les contrae el útero, como con la lactancia materna.

Los padres y las parejas no lactantes disfrutan muchísimo del porteo porqué que es su momento. Ese mágico momento en que el bebé se duerme y están envueltos el uno con el otro formado una sola unidad. Este momento es ideal para que la mamá pueda descansar, darse una ducha, comer, etc…
Al disminuir el llanto del bebé durante el porteo también estaréis mucho más relajados y todos descansareis más.
El postparto no es un camino de rosas, pero os podemos asegurar que con el porteo todo, absolutamente todo, es más fácil y llevadero.

¡Que levante la mano quien no ha ido al baño con su bebé en el fular!!

Feliz porteo.

La vuelta al cole y los portabebés

La vuelta al cole sin los portabebés no sería lo mismo.

¿Y por qué? Pues porqué los portabebés nos facilitan mucho la vida, muchísimo. Tanto si vamos con un peque que empieza como si vamos a acompañar al mayor.

Cuando la familia aumenta necesitamos el portabebés para desplazarnos rápido e intentar no llegar tarde cada día. Os lo dice la voz de la experiencia… Es más fácil andar a paso ligero con un portabebés que empujando un carrito. ¡Ir al cole tendría que contabilizar como tiempo clasificatorio para participar en una media maratón! jajaja

Llevar a nuestros hij@s en portabebés a la escuela o guardería tiene múltiples ventajas. ¡Una de las más importantes es el espacio!

En las escuelas normalmente no podemos dejar el carrito. ¡Si llevas al peque en portabebés después puedes ponerlo en una bolsa de tela, tan chula como las que os regalamos en Kangura, e ir a trabajar!!

Al volver del trabajo sacas la mochila, bandolera o portabebés ligero y “tachán” transporte solucionado. Cuando nuestro peque sale cansado allí estaremos nosotros para envolverlo y darle nuestro cariño.

Y voy a hacer una confesión, lo que más me gusta de llevar a los peques a la espalda saliendo del cole es que me cuentan cosas. Allí, mientras comen algo de fruta y pan, se sueltan y cuentan alguna cosa de su día mientras regresamos a casa. Es un momento mágico. ¡No os lo perdáis!

Os deseamos una feliz y tranquila vuelta al cole, que siempre es especial, llena de emociones como una montaña rusa. Subid a la montaña con vuestros peques y disfrutad del viaje, nosotr@s os proporcionamos el portabebés.

Si quieres puedes leer más sobre los portabebés para la vuelta al cole.